Por Ricardo Garay
El cambio generacional en política se refiere a la sustitución gradual de los actores políticos y a la evolución de las perspectivas y prioridades políticas a medida que nuevas generaciones acceden al poder.
Hace unos días, durante la conferencia mañanera, un periodista le hacía ver a la Presidenta Claudia Sheinbaum que algunos comentarios sobre la elección pasada para renovar presidencias municipales en Veracruz se centraban en la juventud de algunos de los candidatos vencedores, tratando de darle un enfoque negativo a esta narrativa.
Claudia Sheinbaum inteligentemente respondió que el cambio generacional era bienvenido, deseado y hasta dio entender con su breve respuesta, la necesidad de este y es que no es para menos; el cambio generacional en política implica cambios en la representación, la ideología, y la forma de hacer política, a menudo impulsados por las experiencias y valores de las generaciones más jóvenes y si hay un aspecto que la 4T quiere reflejar en el actual periodo de gobierno es sin lugar a dudas la apertura para el cambio que supone la ‘Regeneración Nacional’.
Otro elemento a considerar en la incorporación de jóvenes políticos en el esquema de gobierno municipal mexicano, es sin lugar a dudas la incorporación de temas “más frescos” en la agenda de gobierno, tales como el medio ambiente, la justicia social, la tecnología, y la igualdad, entre otros, y si a esto le sumamos el hecho de que las nuevas generaciones están más conectadas y tienen acceso a una mayor cantidad de información, esto también puede influir en los planes de gobierno que van a desarrollar, para beneficio de la ciudadanía.
En Veracruz hay algunos ejemplos notables de un claro cambio generacional y sin lugar a dudas un caso claro es el del Diputado Local Rafael Gustavo Fararoni Magaña, quien ganó por un amplio margen en el distrito de San Andrés Tuxtla en las pasadas elecciones para renovar los 212 Municipios de Veracruz.
El caso de Fararoni es notable ya que además ha sabido mezclar en su equipo de trabajo a gente joven, con bastante creatividad y una visión nueva sobre cómo conectar con la ciudadanía, con la experiencia, mesura e inteligencia que suelen dar los años y que algunos de sus asesores tienen, por haber formado parte de quipos de trabajo exitosos durante el pasado. Quienes conocen y han trabajado cerca de Rafa Fararoni, han comentado que el joven político entiende que el cambio generacional en la administración pública es un proceso continuo que implica la evolución de las ideologías, y la adaptación a nuevas realidades.
Todo lo anterior quedó de manifiesto durante la campaña de Rafa Fararoni, al lograr conectar con gente de todas las edades de su electorado y sobre todo al convencer con sus ideas y visión de gobierno que sin lugar a dudas reflejan el deseo de transformación positiva que los dirigentes de los partidos políticos que lo abanderaron tanto desean, para seguir vigentes.
Así pues, que bienvenido el cambio generacional no solo en Veracruz, sino en México. Eso puede ser lo que le esté haciendo falta a la clase política.

El cambio generacional será de gran beneficio para San Andrés Tuxtla
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